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Buscando respuestas a preguntas incorrectas.

El amor no se reproduce sin sentido alguno.

Buscando respuestas

Dentro de mis gustos siempre ha estado salir sin saber cuando he de volver. Lastimosamente esta vez no es un gusto, lastimosamente esta vez no pretendo volver. Solamente pretendo poder ser albergado por las murallas y laberintos de esta hermosa ciudad mientras logra sanar mi corazón. En ese paso me lo encontré, al cruzar las torres de Serrano, muchos lo llamarían casualidad, pero yo no creo en las casualidades, las cosas pasan por algo... siempre. Una sonrisa bastó para entenderlo todo. Él, al igual que yo, era un hombre en busca de nuevos horizontes, nuestro problema podría ser que no sabemos con certeza a dónde queremos llegar, bueno eso fue lo que pude ver en su mirada.

Un instante fue suficiente para que nos pusiéramos en marcha, cada pedaleada me acercaba a un nuevo horizonte, el que había encontrado en Valencia, ciudad renovadora, que no te absorbe, sino que deja que cada uno de sus habitantes la absorba a ella y en la que podemos, así como en la vida, experimentar muchos contrastes.

Nuestro destino apareció, mi estado físico ya no aguantaba los mismos trotes de antes, me compré una botella de agua y miré el lago. Mi mirada se enfocó en unas hojas que habían en éste, subí la mirada y me ví sentado al otro extremo del lago junto a Victoria, acariciándole la cabeza, mi respiración se aceleró y tuve que voltear la mirada. Volví a otra banca en la que me encontraba de nuevo, pero esta vez me estaba besando con Susana. De inmediato regrese de ese trance en el que me encontraba, mire la hoja y se encontraba sumergida en el agua. Jamás había interpretado una señal de la vida, pero esta señal fue tan clara que solté una carcajada; Gabriel no comprendió muy bien la risa y le aclaré que mis inclinaciones eran heterosexuales e inmediatamente no reímos juntos, después me dijo exactamente lo mismo respecto a sus inclinaciones y me preguntó -¿Qué te trae por Valencia?-

No le conté mucho, lo necesario. Lo cierto fue que este desconocido me generó una confianza espontánea. Nos volvimos muy bueno amigos y durante mucho tiempo nos escribimos cartas constantemente y en cada una él me preguntaba si por fin había encontrado las respuestas.

Mucho tiempo pasó, Omar hizo miles de entevistas, sólo consiguió trabajos temporales . Él quería ejercer su profesión, pero como diseñador en Valencia se había muerto de hambre. Una noche sentado en una banca, Omar nisiquiera supo en que lugar se encontraba, pasó una niña corriendo y gritando —¡auxilio, auxilio, me van a matar!— Omar sólo la vio pasar, pero en su mente se quedó una imagen del perfil de la niña. Omar salió detrás de la niña, la alcanzó y le preguntó quién le quería hacer daño. La pequeña de unos 7 años más o menos, estaba demasiado alterada y lo único que le dijo a Omar fue que la llevara a la fundación de Marta. Omar accedió, no tenía nada más que hacer esa noche. Llegaron a la fundación "siguiendo una luz". Omar conoció a Marta, una mujer completamente hermosa, cautivadora desde el primer momento en que la observan. Omar le entregó a la niña, quedó muy cautivado con ella y su trabajo con niños desamparados. Omar le pidió el favor a Marta de dejarlo quedar ahí a cambió de su trabajo en la fundación, le argumento que le gustaba mucho el trabajo social y aún más si era con niños, le confesó que uno de sus sueños frustados era tener un hijo.

Omar camina lentamente por una calle de Valencia, se encuentra de compras y observa detenidamente un cartel del festival de cine de Valencia en un teatro muy importante de la ciudad. En él ve dos películas Colombianas, una de ellas se llama "Buscando respuestas". Este nombre se le hace muy curioso encontrarlo porque sus preguntas ya las había dejado atrás, pero cuando observa el nombre del director de la película es Ismael Gómez, se pregunta sí en la vida puede haber tanta casualidad. Al voltear, Omar pudo ver a Ismael junto a Victoria cogidos de la mano y hablando con muchos personajes vestidos de smoking.

Una niña le jala la chaqueta y le dice —papi, me regalas para comprar dulces— él afirma, saca cinco euros y se los da a la niña. Ella compra sus dulces, agarra a su papá de la mano y siguen caminando por la calle. Después llegan a un consultorio de donde sale una mujer completamente deslumbrante, esbelta, ojos azules, labios rojo manzana y le dice a Omar:

— Oye que bueno que llegaste —

— ¡Ana, que alegría verte chiquita! — le dice a su hija.

— ¿Sabias que estábamos en festival de cine? — le pregunta Omar.

— No tenía idea —le responde Marta.

— Sabes qué, te invito a una película —

Omar se encuentra en el mismo lago de los cisnes en donde conoció a Gabriel, sentado en una banca, al lado de una bicicleta. Sentado le escribe una carta a Gabriel en donde le dice que nunca encontró las respuestas, pero que a medida que pudo rehacer su vida surgieron otras preguntas que sí pudo resolver y que lo único que sabe con certeza es que en su nueva vida no quiere que la tristeza sea la protagonista. Termina la carta, arranca la hoja de ese cuaderno y se queda con la carta en la mano derecha, con la otra mano arroja el cuaderno de las vistas a una caneca de básura. Se marcha del lago pedaleando hacia un nuevo horizonte.

El plano se va alejando y nos damos cuenta que hacía parte del final de una película. Todos en el teatro se paran y aplauden estrepitosamente.

La ninfómana, la mujer... Roberto

Me levanto, pasé una noche terrible. No me pude acostar antes de ir un rato a mirar la calle, pero me encontré con algo que es muy recurrente, la vecina loca, esa mujer es bastante desaforada, personas como ella es que deberían estar en los sanatorios. Se acuesta con hombres a diestra y siniestra, le encanta que lo vecinos puedan darse cuenta de lo que ella hace y eso me produce fastidio, una repugnancia enorme, tanto así que no fui capaz de descansar anoche. Hoy es un día nuevo, pero no puedo evitar ir a mirar, a mirar la calle, a mirar de nuevo; a buscar a esa mujer que me deslumbró. Ahí está otra vez, se para frente las paredes y se queda mirando como si ella conociera, pero no se ubicara en el sector. No me aguanté más las ganas de saber quién es, bajé e intenté conocerla.


-Disculpa ¿Estas perdida cierto?
-¿Perdón? A usted que le hace creer que yo no soy de acá.
-No es eso, lo que pasa es que estuve un rato parado por allá y pude ver que miras y miras el lugar como buscando algo; pero no tienes ninguna dirección ni le preguntas nada a nadie.
-Ah! ¿ se nota mucho?
-Emm no mucho, digamos, para una persona poco observadora pero bueno normalmente me gusta mucho fijarme en las actitudes de personas desconocidas.
-Eso parece un comportamiento un poco psicótico, ¿no le parece?
-A mi no me parece.
-Pues a mí sí y en un país como el nuestro en el que hay tanto loco por ahí, usted no debería tener ese tipo de comportamientos.
-¿Por qué?
-Que tal que lo mataran por estarse metiendo en la vida de alguien... delincuente, como un narcotraficante o un asesino.
-Estaría dispuesto a correr ese riesgo. Yo creo que todos tenemos algo de psicóticos en el interior, sólo que algunos pocos pueden explotarlo en su exterior físico.
-Señor, algún día habrá de tener un problema bien serio. Agradezca que yo soy una persona pasiva, sino ya le hubiera armado un escándalo el tenaz.
-Disculpe por la molestia señorita, ¿le puedo decir señorita?
-Como quiera.
-Solamente me causaba cierta curiosidad saber por qué se encontraba usted tan desubicada, no era mi intención incomodarla, por favor me puede decir Omar. Gusto en conocerla.
-¡Espere! ... ¡Oiga Omar!
-¿Dígame señorita?...
-Victoria, ese es mi nombre creo, en estos momentos ya ni sé de que me acuerdo y que no.
-Me gustaría ayudarla, pero creo que usted no confía en mí.
-No es que no confíe, slo que no me acuerdo donde queda mi apartamento y me da miedo que alguien se quiera aprovechar de mí.
-Pues usted debería tener un poco más de cuidado, en un país como este en el que hay tanto loco por ahí.
-Jajaja me puede ayudar ¿si o no?
-Claro que la puedo ayudar, pero ¿no hay algo que se le parezca familiar en el lugar? no sé... paredes, personajes, sitios, tiendas o algo así.
-No estoy segura, ese letrero del edificio que dice Altos del Prado me parece haberlo visto antes.
-Pues en ese edificio vivo yo, si quiere podemos ir a mi apartamento e intentamos mirar desde otra perspectiva a ver si usted se acuerda de algo más.
-¿A su apartamento? ¿No cree que este comportamiento ya está pasando de psicótico a seductor?
-No me parece, simplemente soy un humilde hombre que intenta ayudar a una persona que necesita de mi ayuda; ahora, si quiere preguntamos a todos los habitantes del barrio a ver si la conocen, pero lo único que podríamos hacer es perder el tiempo.
-Bueno, la verdad es que si parece un tanto humilde, pero aún así es mejor no dejarse fiar por las apariencias. Aunque su propuesta es bastante interesante, me da miedo que después usted me deje encerrada en su apartamento.
-Yo no haría eso, a menos de que usted quisiera.
-No quiero, sólo quiero estar en mi cuarto, estoy muy cansada y siento que mis piernas en cualquier momento van a dejar de responderme.
-Vamos y le ofrezco algo de tomar mientras sentada observa el sector e intenta ubicar su apartamento.
-Bueno está bien acepto su ayuda Omar.



-¡Hola Victoria! ¿Dónde te habías metido?
-Ismael, que bueno que apareces, estaba perdida y no sabía que hacer.
-¿Estas bien? ¡Este mansito te estaba robando!
-¡No! solamente estaba intentando ayudarme a encontrar mi apartamento pero digamos que no tuvo suerte.
-Ah ya, tranquila preciosa que ya todo está bien. ¿Vamos para el apartamento?
-Si, por favor vámonos ¡ya!
-Que este bien señor...
-Omar.
-Señor Omar, muchas gracias.

A partir de ese momento empezó a conocerse con ella, sin saber que era la misma que, según él, se acostaba con cuanto hombre se le apareciera. Omar se enamoró muy rápido de esta mujer, sin saber si ella le correspondía o no y ese es un precio que él no estaba dispuesto a pagar, no otra vez. La conoció bien, supo que estudiaba cine y televisión, que no le gustaba apagar las luces de su apartamento, que vivía en los edificios de frente al suyo y que estaba trabajando en el guión de un cortometraje. Omar le cuenta muchas cosas de su pasado, le cuenta todo lo trágico que ha pasado en su vida, le confiesa que lo único que busca son respuestas; creyendo que tal vez en ella las encuentre. Ella al principio lució muy interesada por su historia y Omar desconociendo sus intenciones se reveló frente a ella pero no le importaba porque llegó a pensar que podía rehacer una vida junto a Victoria.

Sí, yo creí que el amor era el límite de mi vida, creí que no había nada más allá... hasta que perdí el amor, el amor no se reproduce sin sentido alguno, solamente si se quiere realmente puede evolucionar hasta lugares totalmente insospechados pero no hay nada más catastrófico que la vida misma te quite al amor y que por ende se pierda el amor por vivir.

¡Listo, eso es lo que siempre me dice ese mansito!- le pronunció Victoria a Ismael.

Ismael puso un punto final en su archivo de word, lo salvó y apagó su computador. Después de tener asegurado el final de su historia, Ismael se encargó de seducir a Victoria, le cocino un plato exótico y se la llevó a la cama. Ismael empezó a quitarle la ropa paulatinamente mientras ella lo dejaba vestido a él. Cuando empezaron a tener sexo Ismael apagó la luz pero Victoria prefirió hacer el amor con la luz prendida.

Por otro lado, Omar se encontraba en el edificio del frente observando todo, sintió un afán desesperante por la cochinada que hacía su vecina cada día con alguien distinto y le provocó estar en el lugar de alguno de esos tipos con los que su vecina, según él, se encontraba cada día.

El documento en word sin terminar había sido el martirio de Victoria e Ismael por mucho tiempo. Victoria es de esas personas que dejan todo para lo último, que no son para nada pretenciosas y simples. Por su parte, Ismael es un tipo muy comprometido, que le gusta escribir, tiene la facultad de hacer cosas que impactan a sus espectadores, sin embargo ha cometido un error muy grande, se enamoró de Victoria. Ella, por su parte, presiente que a él se le cae la quijada cada vez que la mira a los ojos y lo utiliza para poder terminar el guión. Ismael pretende impactar con el guión de un asesino justiciero a un productor extranjero quiere apoyarlo y ella quiere ser reconocida por escribirlo junto a él aunque realmente ha hecho muy poco.

Al momento de conocer un poco a Omar, Victoria se da cuenta que el perfil de Omar es bastante peculiar, hasta llega a pensar que puede ser un perfil perfecto de asesino justiciero. Por ello, decide entrometerse en su vida y conocerlo más a fondo; le cuenta todo sobre Omar a Ismael. Los dos cuadran toda su ficción para que el perfil de Omar encaje en el de su personaje, Roberto.

Por su parte, Omar siente que se está enamorando de Victoria pero no deja de sentir celos de Ismael, aunque sólo es un artificio de su imaginación que lo lleva a creer que Victoria está enamorada de él, pero realmente no es así. Finalmente, Omar se da cuenta de todo. Un día en que por accidente se queda con las llaves de Victoria, él va a la casa de ella y en el comedor encuentra el guión y una hoja llena de características de un personaje y encabezando esa hoja dice "Roberto = Omar". De la rabia que siente en esos momentos sale por el balcón y mira hacia su casa, de repente, se da cuenta que es la misma perspectiva de la ninfómana. Omar le deja una carta a Victoria, se marcha. Empaca una maleta , entra a la cocina se toma un último café , se lleva los fósforos y se va de la casa de Carlos.

Victoria

Yo creí que el amor era el límite de mí vida, creí que no había nada más allá... hasta que perdí el amor, el amor no se reproduce sin sentido alguno, solamente si se quiere realmente puede evolucionar hasta lugares totalmente insospechados pero no hay nada más catastrófico que la vida misma te quite al amor y que por ende se pierda el amor por vivir. En ti, Victoria creí que había encontrado otra vez el amor, creí que podía volver a creer en la vida pero no todo es tan sencillo, no todo es como en los cuentos, no todo tiene un final feliz, no todo en la vida termina con una sonrisa, no todo puede tener un buen sabor mientras hay tanta mierda por ahí en la calle, no todas las personas logran tener un final feliz y menos si esa persona se encarga de alejar a las que él más quiere. Hasta que uno no se da cuenta en qué se equivoca no puede vivir en paz, pero cuando ya es demasiado tarde... ahí no sé si eso se puede llamar vida. Adiós.

Omar


Obsesión

La alegría puede durar lo que se demora un fósforo en consumirse si se compara con la duración de la vida, los momentos trágicos perduran en nuestro inconsciente a través del tiempo y algunas veces esos momentos se pueden convertir en alegrías, pero... no podemos olvidar que siempre han sido trágicos.

Acabo de abrir los ojos y siento algo que hace rato no sentía, los vidrios de mi cuarto están totalmente empañados, la noche anterior estuvo envuelta de agua y el torrente no paró hasta que me levanté, es como si la naturaleza se confabulara para ayudarme a seguir mirando.

Me paro mientras mi cama hace unos chirridos que parecen de película de terror. Después de ir al baño, cepillarme, orinar, mirarme la cara por unos cuantos minutos y afeitarme; me voy para la cocina en donde preparo café, abro un gabinete en el que hay una caja de fósforos y un paquete de cigarrillos, enciendo uno, me sirvo una taza de café. Me pongo encima una cobija de lana porque al abrir el ventanal se siente un frío espantoso, pero es preferible hacerlo porque si no abro la ventana es como si no viera nada. De repente puedo observar como el sol va saliendo de esas nubes opacas que atormentaron la noche y es instantáneo el momento en que la gente comienza a andar en las calles de la ciudad, pasan aproximadamente entre un mínuto a un mínuto y medio en que las personas empiezan a salir de sus casas para irse a trabajar. Ricardo es el primero que sale, siempre a las 8:30, pero si está lloviendo espera media hora a que escampe y si no pasa, se va en taxi; La señora Elena saca a su perro casi siempre dos minutos después en que Ricardo se ha montado al bus; Don Nelson, el de la tienda, se demora una hora más en abrir cuando llueve, porque sabe que es una pérdida de tiempo abrir tan temprano si nadie va a salir de su casa; Ester, la anciana más atlética que conozco, se pone siempre una sudadera color pastel y sus tenis blancos para salir a trotar algunas veces con un grupo de la tercera edad, otras veces sola, pero siempre procura salir todos los días en la mañana menos los jueves, el día en que su nieto tiene libre en el trabajo y deja que su abuela lo consienta y le prepare comida.

Muchas de las personas que transitan por esta calle son totalmente desconocidas, pero hoy acabo de ver una mujer que no había visto nunca rondar por el barrio, me causó mucha curiosidad saber más de ella, así que dejé mi rutina normal y agarré mi cuaderno de las vistas en el que tengo un seguimiento de las personas que me llaman mucho la atención, no han sido muchas y algunas ya no existen, pero definitivamente esta mujer iba a ser una de las más importantes entre las líneas de mi escrito. La observé fijamente por unos cuantos minutos, su comportamiento fue bastante extraño, se le notaba que no era de una persona comun, de hecho no supe en ningún momento que era lo que estaba haciendo. Miré el reloj y me di cuenta que ya iban a ser las 11 am, así que por términos del horario y mi agenda me tocó abandonar, llevé el cuaderno a mi cuarto y lo guarde dentro de una gaveta de mi mesa de noche debajo de la foto de mi hija. Antes de irme me despido de ella como suelo hacerlo todas las mañanas y le dejo una lista de reproducción en el computador con su música favorita para que no se sienta sola. Saco un calmante, me lo tomo con un vaso de agua que está en la mesa de noche desde varios días. Dejo la taza en el lavaplatos y me voy.


La locura es una enfermedad que no se puede curar

El encierro era desesperante para Omar. Él, se sentía capaz de aguantarse muchas cosas, pero no podía aguantar estar entre cuatro paredes. La rutina lo aburría, las drogas lo embrutecían, la soledad lo acechaba, golpeaba las paredes, sus gritos, dibujaba ese extraño símbolo en la pared, una y otra vez, uno encima de otro; en un principio su agresividad se volvía recurrente y cada vez en esa soledad no hacía nada más que pensar en su hija, en el pasado, en su presente, pero nunca en su futuro.

Nunca se atrevió a pensar en cómo seguir viviendo con la ausencia del amor. Lo único que llegaba al sanatorio era la luz del día, de la noche. Tres barrotes eran lo que le impedía tener libertad, esos barrotes, al mismo tiempo, eran la única salida que Omar podía tener en ese lugar. Mirar, mirar y mirar fue la salida más temprana que encontró. Pronto se le convirtió en una obsesión, todos los días se posaba frente sus tres barrotes, muy queridos, miraba hasta que el tiempo se lo dejara.

Veía niños, madres, hombres, jóvenes, ancianos, veía Mónicas, Susanas, Omares, veía sus sueños pasar y quedarse encerrados en cuatro paredes. Diez meses pasaron, pero fueron como diez años, como diez años en los que sólo había tenido espacio para hablar con su cerebro, para preguntarle a "Dios" por qué se le había transformado la vida de esa manera. Ilógicamente nunca obtuvo respuesta alguna. Así que Omar decidió que su vida no dependía más de las respuestas que le dieran, sino de las que él encontrara. Mejoró mucho su actitud, se tranquilizó y los psiquiatras diagnosticaron una recuperación acelerada. Lo dejaron salir para que pudiera vivir de nuevo su vida normal. Volvió a la casa de su madre pero no encontró ni rastros de lo que había sido ella, a veces, pensó Omar, le cambiaron a su madre y él ni se dio cuenta. Lo poco de dulce y comprensiva que era la mamá se cambió por una psicosis absurda, inicios de alzhéimer. Unos cuantos días y Omar ya estaba jarto de estar allí. Pero era viernes, uno de los días que más le gustaba. No aguantó más los insultos, maltratos e incongruencias de su madre, agarró sus llaves, se puso un saco y se fue para el septimazo.

Entró en un bar de Jazz llamado "Voodoo". Se tomaba una cerveza en la barra cuando una palma golpeó su hombro y se dio cuenta que eran sus viejos amigos de la universidad. Ellos tenían una banda de Jazz, pero el baterista les había quedado mal así que le pasaron una partitura rítmica a Omar y le preguntaron si se acordaba de tocar como lo hacía en la universidad. Omar les ayudó, al fin del toque se quedaron tomándose unas cervezas, contándose sus vidas, Omar omitió muchos elementos de su pasado y lo único que dijo fue que estaba buscando donde vivir. Ellos le ofrecieron su apartamento ya que había un cuarto vacío pero Omar no tenía con qué pagarles, así que ellos le ofrecieron que fuera el nuevo baterista y con lo poco que ganara en la banda podía pagar. Omar se fue al poco tiempo y dejó a su madre para poder encontrar las respuestas que estaba buscando para él.

En alta mar... Detrás de la alegría está la tristeza

La vida puede girar en torno al dinero, la vida puede girar en torno al deseo, la vida puede girar en torno a pasiones, la vida puede girar en torno a muchas características que tiene la vida misma que nos llevan a sentir que servimos para algo, que nos hacen pensar que no fue en vano que viniéramos a este mundo y lo que hacemos, por pequeño que parezca, tiene un sentido. Pero realmente lo que nos hace sentir vivos, lo que nos lleva a despertarnos en la mañana con buena energía y sonreír es el amor. El amor es una especie de motor que no tiene frenos. El amor por una pasión nos lleva a querer ser alguien, conseguir dinero y apasionarse por seguir viviendo. El amor puede estar en las cosas más simples de la vida o en las más grandiosas.

Sí, yo creí que el amor era el límite de mi vida, creí que no había nada más allá... hasta que perdí el amor, el amor no se reproduce sin sentido alguno, solamente si se quiere realmente puede evolucionar hasta lugares totalmente insospechados, pero no hay nada más catastrófico que la vida misma te quite al amor y que por ende se pierda el amor por vivir. Lo que no sabía hasta ahora, es que en Europa entendería que primero debo amarme a mí para poder amar a los demás.

Europa es un continente muy duro de vivir, sobre todo cuando venimos de un sector tercermundista. Aquí he comido más mierda de lo que alcancé a comer en Bogotá. Nunca creí que fuera tan difícil escapar, escaparme del pasado acechante, de los pensamientos, del odio, de la tristeza y aún más... de la soledad. Pensaba que era más fácil huir de mi realidad, pero ahora sé que no es así. Sé que en la vida cada escalón es más difícil de subir que el anterior.

En España, quiero encontrar la ventana que no he podido encontrar en otros lugares. El idioma me hizo buscar un nuevo horizonte, por lo menos con las personas que me pudiera comunicar y entender bien. He salido del puerto de Génova, Italia, rumbo a Valencia, una ciudad sobre la que he oido hablar muy bien, una ciudad en la que espero hechar raíces de una vez por todas. 

No sé si es el agua, no sé si es el movimiento de la estructura por la marea, pero siento como si mi cabeza fuera una casetera y mis pensamientos las cintas que contienen la historia de "Omar el desgraciado", la marea hace devolver más este cassette. Parado en la proa,  saco un cigarro pero no encuentro el bricket, entro al cuarto y rebuscar los fósforos que había guardado en la maleta es mi única solución, los fósforos que había sacado del apartamento de Carlos.

Dentro de la caja sólo quedaban tres fósforos, Omar prende uno de esos, sale del cuarto hacia la proa, abre la puerta. En el mismo instante en el que abre la puerta Omar empieza a recordar.

Por fuera de la casa, Omar acabó su cigarrillo, lo pisó y abrió la puerta. Mientras tranto su familia rezaba por la reaparición de Mónica, fue el detonate entre él y Susana porque a pesar que había prometido que no volvería a fumar, lo estaba haciendo y dicha situación le producía malestar a ella.

Las denuncias se hicieron efectivas en la estación de policía, prensa, inclusive en radio, por todos los medios posibles. Omar y Susana se encontraban desconcertados. Mónica era como una luz en sus vidas y lo único que predominaba con su ausencia era la tristeza, la soledad, el desconsuelo... la oscuridad. Lo extraño era que a pesar de ser un secuestro, los delincuentes no aparecían, ni hacían llamadas, ni se sabía el paradero de la menor. Cada vez se hacía más angustiante la espera; la desesperación podía terminar con sólo un mensaje, las oraciones eran inútiles, la familia de Susana rezaba el rosario a las nueve de la mañana todos los días. Omar siempre había creído que Dios sólo es una artimaña del hombre para controlar a los débiles de pensamiento. Su mirada se quedó pasmada en la imagen de sus suegros rezando y se cuestionaba dentro de su cabeza la existencia de Dios —si en verdad existe en dónde carajos puede estar, por qué no trae a mi hija devuelta a casa— pensaba. Las autoridades afirmaban que los maleantes debían aparecer en algún momento y que lo único que pretendían era causar más pánico para que su recompensa económica fuera mejor. En el fondo Omar y Susana sabían que algo muy extraño estaba pasando y que esas dos semanas que llevaba Moni desaparecida eran más que angustiantes.

La tarde era absorbida por la noche, sin embargo, Bogotá estaba bajo la influencia del calor. Un comandante se acercó al hogar de Omar y le anunció que su hija había sido hallada, pero se encontraba muerta en una casa abandonada en La Candelaria, el comandante al ver la reacción de Omar bajó su cabeza y le añadió — yo no soy bueno para dar estas noticias, es la parte más difícil de mi trabajo pero tengo que hacerlo... su hija tiene rastros de tortura y al parecer el primer testimonio de los forenses es que fue abusada sexualmente. Nos gustaría que nos acompañara a La Candelaria para identificar el cadáver— le dijo el comandante.

Interior. Casa abandonada Candelaria. Noche

La mano derecha de OMAR gira la perilla de la puerta principal. El sonido rechinante le anuncia a FERNANDO, tez blanca, bata de laboratorio, guantes, que OMAR está entrando. FERNANDO termina de tapar el cuerpo de MÓNICA con una manta blanca y se aleja del cuerpo. Los pies de OMAR recorren la sala de la casa lentamente, mientras se escucha el contacto de la suela de sus zapatos con el piso de madera. OMAR observa las paredes sucias, viejas y rayadas de izquierda a derecha, cuando su mirada llega al cuerpo cubierto por la manta blanca se detiene su cabeza y se queda pasmado ante él. OMAR se acerca al cuerpo atemorizado, su mano titubea mientras se va posando sobre la manta blanca, OMAR se queda atónito, mientras en su rostro se deslizan unas lágrimas que terminan cayendo en la sábana.

Al descubrir la sábana está el cadáver de una pequeña de 7 años, tiene la cabeza golpeada, rastros de sangre en toda la ropa, moretones, rasguños en todo el cuerpo y una marca parecida a una cruz en uno de sus brazos. En las pupilas de MÓNICA se ve la melancolía de su padre. OMAR agarra la cabeza de MÓNICA estrepitosamente, se recuesta sobre su pequeño pecho y llora desconsolado.

Sobre la pared donde esta el cuerpo se observa una sombra que se acerca suavemente. Una mano se posa sobre la espalda de OMAR. Voltea a mirar y ve al comandante.

Omar fue el primero de la familia que vio la escena del crimen. Al estar frente al cadáver de su pequeña fue como si le hubieran clavado mil puñales en el corazón al mismo tiempo. Lo que más le impactó fueron todos los golpes que tenía su niña y le causó mucha curiosidad una marca que tenia en el brazo izquierdo que aparentemente era como una cruz, pero en la parte de abajo tenía como una especie de garfio.

Detrás de Mónica está la alegría


Una hora y treinta y seis minutos corrían en el cronómetro de Omar. El corazón le palpitaba a millón. Su madre y sus suegros se encontraban igual de ansiosos, pero su incertidumbre era incomparable, no podía creer su incapacidad, se había desmayado en la mitad de la sala sin ni siquiera haber empezado el parto. Susana llevaba lo que para ellos era una eternidad en la sala de partos, la ansiedad se les comía sus pensamientos, sus palabras. La puerta se abrió y el médico pronunció — ¡felicitaciones es una hermosa niña! — los abrazos no alcanzaban a dejar sin aire a los sentimientos, parecía como si siempre hubieran querido tener un bebe en sus brazos.

Contrario a lo que pensaban ahora, unos meses atrás sólo se pensaba en desgracias. Susana ya no era la niña de brazo como lo pensaban sus padres, era una mujer hecha y derecha, muy hermosa por cierto, ojos castaños, cabello negro y liso, unos labios irresistibles y un cuerpo que era la envidia de muchas. Una mujer con la que cualquier hombre desearía vivir, una mujer exquisita en el buen sentido de la palabra y una mujer que sólo un imbécil dejaría ir de su lado. Sus padres rechazaron totalmente sus hechos y durante mucho tiempo consideraron que su embarazo no era para sentirse orgullosos; terapias, charlas, peleas, pasaron infinidad de cosas antes de que sus padres pudieran aceptar a un primogénito y más que eso a un culi cagado como Omar de padre. Por otro lado, la madre de Omar, doña Esperanza, pensaba que su hijo se había tirado para siempre su vida e intentó convencerlo para que no tuvieran al niño, pero fue un caso que ni siquiera decidieron estudiar.

Al nacer la niña la dicha inundó a la familia de Susana y a la madre de Omar. Durante muchos años vivieron pendientes de la niña, de su comida, de su ropa, de sus juguetes, de su educación. Moni era la luz de los ojos de cada integrante de la familia, una familia que ella misma unió y que sólo ella era capaz de separar. Todo iba muy bien, pero como era de esperarse, a la vida no le gustaba tanta felicidad. La pequeña estaba a punto de cumplir 7 años y su familia se encontraba haciendo los preparativos de su celebración, así que dejaron a Moni en la casa de la madre de Susana.

Una y media de la tarde. El timbre sonó y la pitadora se disparó, el almuerzo ya casi estaba —deben ser ellos— pensó la abuela. Moni se jugaba en la sala con una muñeca que su papá le había anticipado de cumpleaños, la abuela abrió la puerta y no logró ver la cara del sujeto que se encontraba frente a ella porque al mismo tiempo un polvo se insertó en sus ojos y la mujer perdió el conociemiento automáticamente.

El Desenlace

Dos semanas habían transcurrido desde que Omar vio el cadáver abandonado de Mónica .El amor de su vida se había ido para siempre, se lo habían robado. Omar sólo deseaba saber quién era el culpable de la muerte de su hija y el por qué de su acto. Llevaba dos días caminando por las calles junto a una botella de aguardiente, tal vez pueda encontrar al culpablepensaba Omar, pero lo único que encontró fue soledad, frío, hambre y desconsuelo. La Candelaria era su única compañera, su sitio real, pasaba horas sentado frente a la casa abandonada, pensando que iba a ser ahora de su vida.

La noche llegaba y con ella aumentaba la tristeza. La tristeza llegaba y con ella aumentaba la desesperación. La desesperación llegaba y con ella aumentaba el consumo. El consumo aumentaba y con él llegaba la primera sobredosis que Omar experimentaba. Se encontraba caminando por las calles vacías de La Candelaria. Su cuerpo le pesaba el equivalente a lo que puede pesar una pluma de paloma. Sus sentidos se agudizaron a tal punto en el que se encontraban totalmente ciegos. Su caminar era guiado por la inercia y por ella, también, fue guiada su caída al piso. Se golpeó toda la parte frontal de su cabeza, Omar intentó moverse como pudo pero sólo logró voltear su cuerpo. En este punto lo único que su cuerpo pudo hacer fue mantener su respiración, su mirada se desvanecía en una oscuridad abrumadora y antes de que fuera devorada por ella, se enfocó en una aviso luminoso que decía "el Desenlace".

Un sonido muy acuático de un móvil en la mañana se posó en los tímpanos de Omar y lo despertó. Sus ojos se abrieron poco a poco. El lugar en donde se encontraba no le era familiar, la cama era muy pequeña, olía mucho a perro, al contrario de su cuarto. Se encontraba en uno lleno de cosas, en la cama, en la pared. Omar se paró desorientado; el dolor de cabeza lo aturdía completamente. Salió del pequeño cuarto, una ducha sonaba, miró por la ventana y se ubicó, se encontraba en la Candelaria, muy cerca de la casa abandonada y en frente de un establecimiento llamado "mojitos y más". El sonido de la ducha se paró. Una mujer salió del baño, tenía puesta nada más una toalla, lo miró fijamente y le dijo:

-Hola Omar ¿Cómo amaneció? ¿Estaba mal anoche no?

Omar se quedó atónito, no sabía exactamente si por su belleza o no entendía porque ella lo acogió en su casa.

La mujer no espero a que él le diera una respuesta y siguió a su cuarto. Al voltear, Omar observó que tenía en un hombro un tatuaje con un escorpión. Le llamó mucho la atención porque ahora pensaba que lo habitantes de la Candelaria tenían una obsesión por las marcas en la piel. Después de que ella entró al cuarto él la siguió pero ella lo paró y le dijo -perdón, pero necesito cambiarme- le cerró la puerta. Omar no se aguantó y empezó a conversar con ella con la puerta cerrada.

-¿Cómo es que sabes mi nombre?

-Simplemente me tomé el atrevimiento de buscar en tu billetera, a lo hombres se le pueden conocer mirándoles su billetera y antes de ayudarte quería saber si eres de esos hombres que hacen daño o no.

-Muchísimas gracias, pero no creo que me puedas ayudar de a mucho.

-¿Por qué lo dices si ni siquiera me conoces?

-Puedes tener buenas intenciones pero la vida es una caja que después de que se daña es mejor botarla a la basura.

-Omar, no creo que pueda discutir aspectos tan filosóficos conmigo.

-¿Por qué? Yo no le he pedido ayuda, muchas gracias, pero es preferible que yo me vaya.

La mujer abrió la puerta y los dos se quedaron un buen tiempo mirándose a los ojos. Finalmente ella se le acercó y le dijo:

-Está bien fue un gusto conocerlo, Jordana.

-Igualmente.

-No parece.

-No me mal interprete, el hecho que no quiera aceptar ayuda, no quiere decir que no le agradezca, además... usted parece ser una muy buena compañía.

-¡Qué extraño es usted Omar!, es una pena que ya me tenga que ir a trabajar porque usted también parece una persona muy interesante.

-Bueno de todas formas muchas gracias.

-Espero que algún día podamos conversar con más tiempo.

-Adiós Jordana.

-Hasta luego.

Omar bajó las escaleras y se marchó. Sin embargo, esta mujer no se le salía de su cabeza, estaba por creer que era su belleza la que lo había dejado atónito, pero no sabía en realidad porque era una belleza extraña, no era como una mujer normal, se veía en su mirada pero eso no le quitaba lo hermosa. Llegó a su casa y su madre se cegó por la preocupación, las energías de la familia iban definitivamente de mal en peor y esto era algo que ningún integrante podía controlar. Lo agarró de la cabeza, Omar cayó al piso y estando ahí su madre le pegaba muchas patadas, una de ellas se clavó en una de sus fosas nasales y ni siquiera la presencia de la sangre hizo recapacitar a la madre, mientras le preguntaba iracunda por qué no había aparecido. Omar se intentó parar pero su madre le pegó un rodillazo y volvió al suelo.

Todo eso le provocó a Omar un odio inmenso frente al comportamiento de su madre. Su cabeza deseaba que se la tragara el infierno entero porque lo que él había visto era el diablo encarnado en su madre, pero su corazón sólo deseaba poder confesarse ante ella, poder decirle cuales eran su sufrimientos, cuales eran sus penas y lo mucho que extrañaba esos momentos de confianza, los pocos momentos de felicidad que tuvieron, si se pudieran llamar así. No la podía odiar a ella, era su madre ¡maldita sea! Él no había querido dejarla por hacerle compañía, pero ese peso que no se medía en kilogramos sino en años, llevó a Omar a largarse de allí sin contemplar el hecho de que no tenía dónde ir. Empacó sus cosas, sólo le dejó una simple carta en la que no dijo mucho y se marchó.

El único lugar en el que no se sentía un completo extraño era la Candelaria, así que se delvolvió a la casa de Jordana, al llegar le dijo que se quería quedar mientras conseguía donde vivir, que quería aprovechar la propuesta que ella le había hecho. Él no sabía muy bien qué pretendía Jordana, a lo mejor solamente era una buena samaritana, o lo mejor le pasaba lo mismo que a él, le parecía muy atractiva.

Todo iba muy romántico hasta que Jordana se puso un arete en forma de luna, muy parecido al que se encontraron en la casa abandonada cerca del cuerpo de su hija, -mierda no encuentro el otro arete... bueno después lo emparejo- dijo Jordana. Omar se quedó pasmado, en su cabeza se armaron miles de conjeturas, pero al final decidió quedarse callado y averiguar todo lo que fuera posible para poder vengarse. La rabia, la confusión y la sensualidad de Jordana se combinaron esa noche. En un principio Omar actuó todo hasta que la tuvo desnuda frente a él. En ese instante se le olvidó por completo que su hija había muerto, que su mujer lo había dejado y que su madre no lo había apoyado; lo único que importaba en ese momento era el deseo que se tenían mutuamente. Todo iba muy bien hasta que Omar le vio el tatuaje de Escorpión a Jordana muy cerca del mismo lugar en donde marcaron a su hija con la cruz extraña. Algunos dicen que del amor al odio solo hay un paso, eso es muy cierto y en ese instante eso fue lo que pasó, el acto sexual se había convertido en un deseo imparable de rencor y odio pero combinado a su vez con pasión. Curiosamente a Jordana no le disgustaba esto.

Así pasaron unos cuantos días hasta que Jordana le confesó a Omar que había conocido a un extranjero llamado Guybrush, que era muy simpático e interesante. Omar no pronunció ni una sola palabra, por su cabeza pasaban miles de cosas y estar involucrado en un triángulo no le interesaba. Omar se marchó de la casa de Jordana y se fue a vivir a una que quedaba justo enfrente de la casa abandonada. Ahí pasaba toda la noche, mirando si alguien sospechoso entraba al lugar y pensando mucho en Jordana. Esta mujer sí que era difícil de sacar. Coincidencialmente, en uno de esos momentos, Jordana pasó junto a un hombre de tez blanca y con apariencia de inglés. Y sin saber por qué, Omar se fue detrás de ellos, se enteró que iban para el Desenlace, así que espero unos minutos y entró a interrumpirles. El tipo se comportó de forma muy diplomática, su intención era llevarse a Jordana a una expedición por Latinoamérica. Omar, por su parte, lo único que intentó fue convencer a Jordana que no lo hiciera, solo le faltó decirle que estaba enamorado de ella y él en su interior no sabía con certeza si era así o sólo deseaba saber más sobre ella y su conexión con la muerte de su hija. Guybrush se tuvo que marchar y Jordana decidió quedarse más tiempo con Omar, pero sin descartar totalmente la propuesta de Guybrush.

Un día en la casa de Jordana, Omar se cansó de la máscara que se había puesto y empezó a cuestionarla. Ella no sabía muy bien qué era lo que Omar le cuestionaba, hasta que mencionó una muerte. Ella se sorprendió muchísimo. -Cómo era posible que después de lo que había pasado, él la culpara de una muerte que no cometió-Pensaba. Omar la cogió de los hombros exigiéndole que le dijera la verdad, le mostró el arete con forma de luna que él se encontró en la escena del crimen y le preguntó- ¿esto no es tuyo?-

Jordana le dijo que ella no tenía ese color dorado, que el de ella era un color plateado. Que no podía creer por lo que la había hecho pasar sólo por un simple arete y que además a la vuelta había una tienda donde vendían ese modelo de arte en distintas tonalidades. Omar estaba desconcertado. Eran más sus ganas de vengarse, que su propia razón. Le pegó un puño a la pared y Jordana gritó. En ese instante llegó Guybrush, lo alejó de ella y estaba apunto de pegarle en la cara pero Jordana lo detuvo, -él solo está confundido, deja que se vaya... es lo mejor-, Omar estaba totalmente desconcertado por lo que acababa de hacer y sin pronunciar ni una sola palabra se marchó del lugar y nunca más Jordana supo de él.

Por su parte, Omar no encontró cabida en la sociedad. La Candelaria ya no era una buena acompañante, sólo le producía tristeza y desolación. Dejó todas sus cosas tiradas en aquella casa que estuvo habitando por un tiempo y deambuló por toda la ciudad junto a un pequeño morral militar que le había regalado su padre cuando era chico. Bastantes días pasaron y Omar ya no sentía sus piernas de tanto caminar, había recorrido muchas localidades de la ciudad, desde Usaquén, Bosa, Kennedy, el Tunal y quién sabe cuántas más. La última noche que pasó en la calle, la pasó sin tener la más remota idea en dónde se encontraba,  lo único que sentía era un frío abrumador que se le comía hasta el tuétano de los huesos; cuando amaneció se dio cuenta que había dormido en el parque que quedaba a unas cuadras de la casa de su madre, así que decidió gastar las últimas energías y volver con el rabo entre las piernas. Tocó, tocó y tocó el timbre hasta que sus ojos se volvieron a nublar, se estaban consumiendo poco a poco y esta vez Omar no sabía sí iba a ser rescatado de nuevo, claramente no era por Jordana, pero en definitiva ahora si necesitaba de esa presencia angelical que le tendió la mano alguna vez en La Candelaria.

Omar cayó al piso y esta vez sí sentía mucho dolor, dolor en el alma. Cayó mirando al cielo y a pesar del destellante sol, su vista se la tragó de nuevo la oscuridad y en su cabeza sólo quedó el recuerdo de "El Desenlace", el desenlace que tuvo con Jordana.





Pedaleando hacia un nuevo horizonte

Dentro de mis gustos siempre ha estado salir sin saber cuando he de volver. Lastimosamente esta vez no es un gusto, lastimosamente esta vez no pretendo volver. Solamente pretendo poder ser albergado por las murallas y laberintos de esta hermosa ciudad mientras logra sanar mi corazón. En ese paso me lo encontré, al cruzar las torres de Serrano, muchos lo llamarían casualidad pero yo no creo en las casualidades, las cosas pasan por algo... siempre. Una sonrisa basto para entenderlo todo. Él, al igual que yo era un hombre en busca de nuevos horizontes, nuestro problema podría ser que no sabemos con certeza a dónde queremos llegar, bueno eso fue lo que pude ver en su mirada.

Un instante basto para que nos pusiéramos en marcha, cada pedaleada me acercaba a un nuevo horizonte, el que había encontrado en Valencia, ciudad renovadora, que no te absorbe, si no que deja que cada uno de sus habitantes la absorba a ella y en la que podemos, así como en la vida, experimentar muchos contrastes.

Nuestro destino se apareció, mi estado físico ya no aguantaba los mismos trotes de antes, me compré una botella de agua y miré el lago. Mi mirada se enfocó en unas hojas que habían en el lago, subí la mirada y me vi sentado al otro extremo del lago junto a Victoria, acariciándole la cabeza, mi respiración se aceleró y tuve que voltear la mirada. Volví a otra banca en la que me encontraba nuevo pero esta vez me estaba besando con Susana. De inmediato regrese de ese trance en el que me encontraba, mire la hoja y se encontraba sumergida en el agua. Jamás había interpretado una señal de la vida pero esta señal fue tan clara que solté una carcajada, Gabriel no comprendió muy bien la risa y le aclaré que mis inclinaciones eran heterosexuales e inmediatamente no reímos juntos, después me dijo exactamente lo mismo respecto a sus inclinaciones y me preguntó -¿Qué te trae por Valencia?-

Interior. Casa abandonada Candelaria. Día

Interior. Casa abandonada Candelaria. Día

La mano derecha de OMAR gira la perilla de la puerta principal. El sonido rechinante le anuncia a FERNANDO, tez blanca, bata de laboratorio, guantes, que OMAR está entrando. FERNANDO termina de tapar el cuerpo de MÓNICA con una manta blanca y se aleja del cuerpo. Los pies de OMAR recorren la sala de la casa lentamente mientras se escucha el contacto de la suela de sus zapatos con el piso de madera. OMAR se detiene, mira las paredes sucias, viejas y rayadas de izquierda a derecha, cuando su mirada llega al cuerpo de MÓNICA se detiene su cabeza y se queda pasmado ante el cuerpo. OMAR se acerca al cuerpo atemorizado. Su mano titubea mientras se va posando sobre la manta blanca, OMAR se queda atónito mientras en sus ojos se deslizan unas lágrimas que terminan cayendo en la sábana.

Al descubrir la sábana está el cadáver de una pequeña de 4 años, tiene la cabeza golpeada, rastros de sangre en toda la ropa, moretones y rasguños en brazos y piernas, una marca parecida a una cruz. En las pupilas de MÓNICA se ve la melancolía de su padre. OMAR agarra la cabeza de MÓNICA estrepitosamente, se recuesta sobre su pequeño pecho y llora desconsolado.

Sobre la pared donde esta el cuerpo se observa una sombra que se acerca suavemente. Una mano se posa sobre la espalda de OMAR. Voltea a mirar y ve al detective.

no sé si eso se puede llamar vida

Un documento en word sin terminar había sido el martirio de Victoria e Ismael por mucho tiempo. Victoria es de esas personas que dejan todo para lo último, que no son para nada pretenciosas pero que por el contrario son demasiado simples. Por su parte Ismael es un tipo muy comprometido, que le gusta escribir, tiene la facultad de hacer cosas que impactan a sus espectadores, sin embargo ha cometido un error muy grande, se enamoró de Victoria. Ella por su parte presiente que a él se le cae la quijada cada vez que la mira a los ojos y lo utiliza para poder ser famosa de alguna manera. Ismael pretende lanzarse al estrellato escribiendo un guión sobre un asesino justiciero al cual un productor extranjero apoya y ella quiere ser reconocida por escribirlo junto a él aunque realmente ha hecho muy poco.

Al momento de conocer un poco a Omar, Victoria se da cuenta que el perfil de Omar es bastante peculiar, hasta llega a pensar que puede ser un perfil perfecto de asesino justiciero. Por ello decide investigar y conocerlo más a fondo, sin saber que realmente ella terminará enamorándose de su personaje. Victoria e Ismael cuadran toda su ficción para que el perfil de Omar encaje en el de su personaje, Roberto.

Sin darse cuenta Victoria se enamora de Omar hasta el punto en que ya no le importa ni Ismael ni su trabajo, por su parte Omar siente algo muy parecido pero no deja de sentir celos de Ismael y tampoco de imaginar que cada noche Victoria se acuesta con un hombre distinto, aunque solo es un artificio de su imaginación que lo lleva a creer que Victoria es una ninfómana desenfrenada. pero realmente no es así. Finalmente Omar en una fuerte discusión confronta a Ismael y Victoria haciendo que Victoria pierda el bebe que estaba esperando. Cuando se da cuenta que él mató a su segundo hijo decide irse de viaje y le deja una carta a Victoria pidiéndole perdón.


Sí, yo creí que el amor era el límite de mí vida, creí que no había nada más allá... hasta que perdí el amor, el amor no se reproduce sin sentido alguno, solamente si se quiere realmente puede evolucionar hasta lugares totalmente insospechados pero no hay nada más catastrófico que la vida misma te quite al amor y que por ende se pierda el amor por vivir. En ti, Victoria creí que había encontrado otra vez el amor, creí que podía volver a creer en la vida pero no todo es tan sencillo, no todo es como en los cuentos, no todo tiene un final feliz, no todo en la vida termina con una sonrisa, no todo puede tener un buen sabor mientras hay tanta mierda por ahí en la calle, no todas las personas logran tener un final feliz y menos si esa persona se encarga de alejar a las que él más quiere. Hasta que uno no se da cuenta en qué se equivoca no puede vivir en paz, pero cuando ya es demasiado tarde... ahí no sé si eso se puede llamar vida.



La vida puede girar en torno al dinero, la vida puede girar en torno al deseo, la vida puede girar en torno a pasiones, la vida puede girar en torno a muchas características que tiene la vida misma que nos llevan a sentir que servimos para algo, que nos hacen pensar que no fue en vano que viniéramos a este mundo y lo que hacemos, por pequeño que parezca, tiene un sentido. Pero realmente lo que nos hace sentir vivos, lo que nos lleva a despertarnos en la mañana con buena energía y sonreír es el amor. El amor es una especie de motor que no tiene frenos. El amor por una pasión nos lleva a querer ser alguien, conseguir dinero y apasionarse por seguir viviendo. El amor puede estar en las cosas más simples de la vida o en las más grandiosas.

Sí, yo creí que el amor era el límite de mi vida, creí que no había nada más allá... hasta que perdí el amor, el amor no se reproduce sin sentido alguno, solamente si se quiere realmente puede evolucionar hasta lugares totalmente insospechados pero no hay nada más catastrófico que la vida misma te quite al amor y que por ende se pierda el amor por vivir.

¡Listo, algo así era lo que quería!- le pronunció Victoria a Ismael.

Ismael puso un punto final en su archivo de word, lo salvó y apagó su computador. Después de tener asegurado el final de su historia, Ismael se encargó de seducir a Victoria, le cocino un plato exótico y se la llevó a la cama. Ismael empezó a quitarle la ropa paulatinamente mientras ella lo dejaba vestido a él. Cuando empezaron a tener sexo Ismael apagó la luz pero Victoria le insistió que prefería hacer el amor con la luz prendida.

Por otro lado Omar se encontraba en el edificio del frente observando todo, por un lado sintió un afán desesperante por la cochinada que hacía su vecina cada día con alguien distinto y por otro le provocó enormemente estar en el lugar de alguno de esos tipos con los que su vecina se encontraba cada día.


tiempo

Pasado

Como era de esperarse para toda la familia de la pequeña, fue en golpe bastante duro, pasar del infierno al cielo con esta ternura de niña y volver al infierno con su muerte, es algo que le podría causar un trastorno muy fuerte a cualquiera y de hecho así fue para Omar. Todos tuvieron que seguir con sus vidas normales, pero hacer de cuenta que no había pasado nada era muy complicado. Omar se trastornó demasiado y su madre se dio cuenta cuando una mañana se despertó y vio a su hijo en el baño con un cuchillo y pudo ver que en el espejo dibujó este extraño símbolo que le tatuaron a su hija en el brazo. Su madre se asustó y le pregunto qué era lo que estaba haciendo, él no le respondió y así pasó un rato bien largo hasta que él la miró y le dijo "¿qué demonios tienes en el brazo?" su madre se quedó atónita y le negó lo que acaba de decir, pero Omar muy incrédulo se le lanzó encima y la tiró al piso y mientras le dijo " esto, ¿qué es esta mierda que esta en tu brazo? " le marcó con el cuchillo la misma marca que le hicieron a su hija en el brazo izquierdo.

Presente

Como es de esperarse para toda la familia de la pequeña, es un golpe bastante duro, pasar del infierno al cielo con esta ternura de niña y volver al infierno con su muerte, es algo que le puede causar un trastorno muy fuerte a cualquiera y de hecho así es para Omar. Todos siguen con sus vidas normales, pero hacer de cuenta que no ha pasado nada es muy complicado. Omar se trastorna demasiado y su madre se da cuenta cuando una mañana se despierta y ve a su hijo en el baño con un cuchillo y puede ver que en el espejo dibuja este extraño símbolo que le tatuaron a su hija en el brazo. Su madre se asusta y le pregunta qué es lo que está haciendo, él no le responde y así pasa un rato bien largo hasta que él la mira y le dice "¿qué demonios tienes en el brazo?" su madre se queda atónita y le niega lo que acaba de decir, pero Omar muy incrédulo se le lanza encima y la tira al piso y mientras le dice " esto, ¿qué es esta mierda que esta en tu brazo? " le marca con el cuchillo la misma  marca que le hicieron a su hija en el brazo izquierdo.

Futuro

Como habría de esperarse para toda la familia de la pequeña, sería un golpe bastante duro, pasar del infierno al cielo con esta ternura de niña y volver al infierno con su muerte, es algo que le podría causar un trastorno muy fuerte a cualquiera y de hecho así será para Omar. Todos seguirán con sus vidas normales, pero hacer de cuenta que no pasará nada es muy complicado. Omar se trastornará demasiado y su madre se dará cuenta cuando una mañana se despierte y vea a su hijo en el baño con un cuchillo, podrá ver que en el espejo dibuja este extraño símbolo que le tatuaron a su hija en el brazo. Su madre se asustará y le preguntará qué es lo que está haciendo, él no le responderá y así pasará un rato bien largo hasta que él la mire y le dice "¿qué demonios tienes en el brazo?" su madre se quedará atónita y le negará lo que acaba de decir, pero Omar muy incrédulo se le lanzará encima y la tirará al piso y le dirá " esto, ¿qué es esta mierda que esta en tu brazo? " le marcará con el cuchillo la misma marca que le hicieron a su hija en el brazo izquierdo.

Estructura de la travesía de Omar

Orden cronológico:

DETRÁS DE MÓNICA ESTÁ LA ALEGRÍA

Omar vivía una vida común y corriente, estaba terminando sus estudios en la universidad, tenía una novia que cualquier hombre envidiaría, una madre que daba todo por él, un circulo social que lo admiraba por quién era y cómo se desempeñaba en el campo académico; pero todo cambió cuando su novia quedó en embarazo, fue como si la sociedad le hubiera dado la espalda y lo mirara diferente a él y a su novia, Susana.

Este suceso marcó una huella muy grande, tanto para esta pareja como para sus familias, por un lado, la familia de Susana, era demasiado moralista y no apoyo en ningún momento que se fuera a cometer una atrocidad con el pequeño que venía en camino y por el otro, la madre de Omar pensaba que su muchacho, quien había sido un ejemplo a seguir, estaba en un punto muy importante de su vida como para dejarla a un lado por formar una familia. El duelo que tuvo Omar con su madre en especial fue bastante traumático pero finalmente ella accedió a que las cosas se hicieran de la manera correcta. Todo estaba volviendo a tener un ritmo de vida normal, Mónica nació y resultaba un encanto para todas las personas que la conocían, Susana y Omar pudieron seguir con sus vidas académicas y laborales mientras paralelamente criaban a su pequeña con el apoyo de las familias.

Así pasaron más o menos unos cinco años o tal vez un poco más, hasta que un día en que estaba cerca el cumpleaños de Mónica, fue raptada. La niña se encontraba en la casa de su abuela, recorriendo la sala mientras su abuela atendía un llamado de la puerta, después de eso, de lo único que se acuerda su abuela es que sintió un gran ardor en los ojos y cuando logró reaccionar fue porque el sonido del timbre le retumbaba en la cabeza. Desafortunadamente Mónica no estaba por ningún lado.

DESTRÁS DE LA ALEGRÍA ESTÁ LA TRISTEZA


Las denuncias se hicieron efectivas en la estación de policía, prensa, inclusive en radio, por todos los medios posibles. Las personas cercanas de alguna u otra forma a la pequeña se sintieron indignadas por el trágico suceso. Lo extraño era que a pesar de ser un secuestro, los delincuentes no aparecían, ni hacían llamadas, ni se sabía el paradero de la menor. Las autoridades afirmaban que los maleantes debían aparecer en algún momento y que lo único que pretendían era causar más pánico para que su recompensa económica fuera mejor. En el fondo Omar y Susana sabían que algo muy extraño estaba pasando y que esas dos semanas que llevaba Moni desaparecida eran más que angustiantes.

Mónica llevaba ya casi tres semanas desaparecida, en esa tarde bastante calurosa por cierto, un comandante se acercó al hogar de Omar y le anunció que su hija había sido hallada pero se encontraba muerta en una casa abandonada en La Candelaria, el comandante al ver la reacción de Omar bajó su cabeza y le añadió — yo no soy bueno para dar estas noticias, es la parte más difícil de mi trabajo pero tengo que hacerlo... su hija tiene rastros de tortura y al parecer, el primer testimonio de los forenses es que fue abusada sexualmente—

Omar fue el primero de la familia que vio la escena del crimen. Al ver a su pequeña fue como si le hubieran clavado mil puñales en el corazón al mismo tiempo. Lo que más lo impactó fueron todos los golpes que tenía su niña y le causó mucha curiosidad una marca que tenia en el brazo izquierdo que aparentemente era como una cruz pero en la parte de abajo tenía como una especie de garfio.


EL DESENLACE

Como era de esperarse para toda la familia de la pequeña fue en golpe bastante duro, pasar del infierno al cielo, con esta ternura de niña y volver al infierno con su muerte, es algo que le podría causar un trastorno muy fuerte a cualquiera. Todos tenían que seguir con sus vidas normales, pero hacer de cuenta que no había pasado nada era muy complicado. Las familias se separaron y Susana se perdió en las drogas y el alcohol. Omar se había trastornado demasiado, pasó mucho tiempo en La Candelaria, tanto que dejó de ir durante muchos días a su casa, conoció a una mujer llamada Jordana, profesora. Omar se fue a vivir con ella porque creía que era la asesina de su hija por una cantidad de pruebas que encuentra en su casa, pero realmente lo que sucede es que se envuelve sexualmente con ella, sin embargo, a Jordana no le interesaba Omar y finalmente un amigo inglés de ella los terminó separando. Omar deambuló durante mucho tiempo por la ciudad antes de regresar a su casa y cuando volvió su madre lo atendió como si hubieran empezado desde cero.

Su madre se dio cuenta que su hijo estaba delirando cuando una mañana despertó y lo vio en el baño con un cuchillo, pudo ver que en el espejo dibujó este extraño símbolo que le habían tatuado a su hija en el brazo. Su madre se asustó y le preguntó qué era lo que hizo, él no le respondió y así pasó un rato bien largo hasta que él la miró y le dijo —¿qué demonios tienes en el brazo?— su madre se quedó atónita y le negó lo que acaba de decir, pero Omar muy incrédulo se le lanzó encima y la tiró al piso y mientras le recalcaba — ¡esto!, ¿qué es esta mierda que esta en tu brazo? — le marcaba con el cuchillo la misma marca que le hicieron a su hija en el brazo izquierdo. Posteriormente Omar fue internado en un hospital psiquiátrico al que lo envió su madre.

LA LOCURA ES UNA ENFERMEDAD QUE NO SE PUEDE CURAR

Pasan unos cuantos meses mientras Omar se recupera en dicho hospital, durante su estadía le sucede algo muy curioso y es que en la habitación que le designaron se podía ver una parte de la calle y aunque muy incómodo era la única forma que encontraba Omar para escapar de alguna manera a lo que estaba viviendo, con el tiempo fue desarrollando una obsesión por mirar a las personas que transitaban en la calle y empezó a notar comportamientos inusuales en algunos de los transeúntes. Los doctores le diagnostican una recuperación acelerada y lo dejan salir de forma condicional para que él pueda volver a experimentar su vida cotidiana de nuevo. Desafortunadamente Omar cambió mucho y no se llevó muy bien con su madre, al poco tiempo se encontró dentro de un bar de Jazz a un buen amigo de la universidad que había formado un colectivo de diseñadores y lo invitó a formar parte de su empresa, esto no era lo que deseaba Omar en esos momentos, sin embargo, era la única puerta que se le había dibujado para poder independizarse y formar una nueva vida. Dentro del colectivo de diseñadores conoció un joven que le gustaba mucho el blues y el jazz y tenía una banda y después de un tiempo se dio la oportunidad de que Omar se pudiera ir a vivir en el mismo apartamento pagándole su parte en el arriendo.

OBSESIÓN

Después de que Omar empieza a convivir en el apartamento de Carlos, el compañero de Jazz, tiene rienda suelta para desarrollar su obsesión más a fondo, todos los días en la mañana cuando Carlos ha salido se prepara un café y se sienta al lado del ventanal grande de la sala a observar los comportamientos de los diferentes habitantes del barrio junto a un cigarrillo que prende siempre con un fósforo de la cocina de Carlos, en un principio lo tomó como una obsesión de una forma muy deportiva pero con el pasar del tiempo empezó a ser más intensa. Después descubre que una vecina al parecer es una ninfómana que se acuesta mínimo con un hombre a diario y saber más de esta mujer tan extraña, a su parecer, se le convierte en una obsesión.

LA NINFÓMANA, LA MUJER... ROBERTO

Omar conoce a la mujer que se acuesta, según él, con el primero que se le aparezca pero sin saber que es ella. Se la encuentra cerca de una tienda. Le llama la atención porque ya la había visto antes y sabía en que edificio vivía pero la notaba perdida, así que se le acerco y le preguntó si se encontraba perdida. A partir de ese momento empezó a conocerse con ella, Victoria, sin saber que era la misma que, según él, se acostaba con cuanto hombre se le apareciera. Omar se enreda con ella, le cuenta todo lo trágico que ha pasado en su vida, le confiesa que lo único que busca son respuestas. Ella al principio luce muy interesada por su historia, Omar desconociendo sus intenciones se revela frente a ella pero no le importa porque llega a pensar que puede rehacer una vida junto a Victoria. Desgraciadamente hay alguien más, un compañero de la universidad de Victoria que se llama Ismael y Omar no sabe con certeza si él está interesado en ella o no. Omar se da cuenta de lo que ha hecho Victoria, que es ocultarle que está usando su perfil para hacer un personaje en el guión de una película que además está haciendo con Ismael. Omar decide marcharse de la ciudad y lo único que le deja a Victoria es una carta en donde le expresa su tristeza.


ALTA MAR

Omar deambula mucho tiempo por muchos lugares del mundo sin lograr una estabilidad. Un conocido le habla sobre una oportunidad laboral en Valencia, así que decide irse hasta allá para probar una vez más su suerte. Sin saber que la vida le daría un vuelco en esa ciudad. Omar se fue en un velero llamado Melancolía y en el que conoce a un marinero medio bohemio llamado Gabriel, Omar con la excusa de que está buscando respuestas a preguntas que él desconoce le cuenta todos los problemas que tuvo que atravesar.

BUSCANDO RESPUESTAS

Omar camina lentamente por una calle de Valencia, se encuentra de compras y observa detenidamente un cartel del festival de cine de Valencia en un teatro muy importante de la ciudad y en él ve dos películas Colombianas, una de ellas se llama "Buscando respuestas". Este nombre se le hace muy curioso encontrarlo porque sus preguntas ya las había dejado atrás, pero cuando observa el nombre del director de la película es Ismael Gómez, se pregunta sí en la vida puede habar tanta casualidad. Al voltear, Omar pudo ver a Ismael junto a Victoria cogidos de la mano y hablando con muchos personajes vestidos de smoking.

Una niña le jala el la chaqueta y le dice —papi, me regalas para comprar dulces— él afirma, saca cinco euros y se los da a la niña. Ella compra sus dulces agarra a su papá de la mano y siguen caminando por la calle. Después llegan a un consultorio, donde sale una mujer completamente deslumbrante, esbelta, ojos azules, labios rojo manzana y le dice a Omar:

— Oye que bueno que llegaste —

— ¡Ana, que alegría verte chiquita! — le dice a su hija.

— ¿Sabias que estábamos en festival de cine? — le pregunta Omar

— No tenía idea —

— Sabes qué, te invito a una película —

Un tiempo después, Omar se reencuentra casualmente con Gabriel quien le pregunta que si ha encontrado las respuestas, se encuentran sentados a contraluz, frente al lago de los cisnes. Omar le dice que nunca las encontró pero que a medida que pudo rehacer su vida surgieron otras preguntas que sí pudo resolver y que lo único que sabe con certeza es que en su nueva vida no quiere que la tristeza sea la protagonista. Gabriel se alegra mucho por eso y le dice al final que a lo mejor el error no estaba en las respuestas sino en que se estaba haciendo preguntas incorrectas.

El plano se va alejando y nos damos cuenta que ese diálogo hacía parte del final de una película. Todos en el teatro se paran y aplauden estrepitosamente. (guión)



Orden de la historia:

1. OBSESIÓN

2.LA NINFÓMANA, LA MUJER... ROBERTO

3.
LA LOCURA ES UNA ENFERMEDAD QUE NO SE PUEDE CURAR

4.
EN ALTA MAR... DETRÁS DE LA ALEGRÍA ESTÁ LA TRISTEZA

5.
EL DESENLACE

6. DETRÁS DE MÓNICA ESTÁ LA ALEGRÍA

7. BUSCANDO RESPUESTAS











Acabo de abrir los ojos y sentí algo que hace rato no sentía, los vidrios de mi cuarto estaban totalmente empañados, la noche anterior había estado envuelta de agua y el torrente no paró hasta que me levante, es como si la naturaleza se confabulara para ayudarme a seguir mirando.

Me paro mientras mi cama hace unos chirridos que parecen de película de terror, después de ir al baño cepillarme, orinar, mirarme la cara por unos cuatro minutos y afeitarme, me voy para la cocina en donde me preparo un tinto. Me pongo encima una cobija de lana porque al abrir el ventanal se siente un frío espantoso, pero es preferible hacerlo porque si no abró la ventana es como si no viera nada. De repente puedo observar como el sol va saliendo de esas nubes opacas que atormentaron a la noche y es instantáneo el momento en que la gente comienza a andar en las calles de la ciudad, pasan aproximadamente entre un minuto a un minuto y medio en que las personas empiezan a salir de sus casas para irse a trabajar. Ricardo es el primero que sale, siempre a las 8:30 pero si esta lloviendo espera media hora a que escampe y si no pasa se va en taxi, la señora Elena saca a su perro casi siempre dos minutos después en que Ricardo se ha montado al bus. Don Nelson, el de la tienda, se demora, una hora más en abrir cuando llueve porque sabe que es una perdida de tiempo abrir tan temprano si nadie va a salir de su casa, Ester, la anciana más atletica que conosco, se pone siempre una sudadera color pastel y sus tenis blancos para salir a trotar algunas veces con un grupo de la tercera edad, otras veces sola pero siempre procura salir todos los dias en la mañana menos los jueves, el día en que su nieto tiene libre en el trabajo y deja que su abuela lo concienta le prepare de comer.

Muchas de las personas que transitan por esta calle son totalmente desconocidas pero hoy acabo de ver una mujer que no habia visto nunca rondar por el barrio, me causo mucha curiosidad saber más de ella así que deje mi rutina normal y agarre mi cuardeno de las vistas en el que tengo un seguimiento de las personas que me llaman mucho la atención, no han sido muchas y algunas ya no existen pero definitivamente esta mujer iba a ser una de las más importantes entre las líneas de mi escrito. La observe fijamente por unos cuantos minutos, su comportamiento fue bastante extraño porque no era de una persona comun, de hecho no supe en ningún momento que era lo que estaba haciendo. Mire el reloj y me di cuenta que ya iban a ser las 11 am así que por terminos del horario y mi agenda, me tocó abandonar mi apreciado hobbie, llevé el cuaderno a mi cuarto y lo guarde dentro de una gabeta de mi mesa de noche debajo de la foto de mi hija. Antes de irme me despedí de ella como suelo hacerlo todas las mañanas y le dejo una lista de reproducción en el computador con su música favorita para que no se sienta sola.


Antes de irme a la cita que tenía para el día de hoy, debo ir por mis tranquilizantes, de lo contrario me dará la desesperación en esa reunión de negocios en la que me tiene que ir muy bien, de lo contrario quien sabe por cuanto más tiempo seguiremos pasando necesidades.

coversando con ella



-Disculpa ¿Estas perdida cierto?

-¿Perdón? A usted que le hace creer que yo no soy de acá.

-No es eso, lo que pasa es que estuve un rato parado allá en esa puerta y pude ver que miras y miras el lugar como buscando algo pero no tienes ninguna dirección ni le preguntas nada a nadie.

-Ah! se nota mucho?...

-Emm no mucho digamos para una persona poco observadora pero bueno normalmente me gusta mucho fijarme en las actitudes de personas desconocidas.

-Eso parece una comportamiento un poco psicótico, no le parece?

-A mi no me parece.

-Pues a mi si y en un país como el nuestro en el que hay tanto loco por ahí usted no debería tener ese tipo de comportamientos.

-¿Por qué?

-Que tal que lo mataran por estarse metiendo en la vida de alguien... delincuente como  un narcotraficante o un asesino.

-Estaría dispuesto a correr ese riesgo, yo creo que todos tenemos algo de psicóticos en el interior solo que algunos pocos pueden explotarlo en  su exterior físico.

-Señor, algún día habrá de tener un problema bien serio. Agradezca que yo soy una persona pasiva si no ya le hubiera armado un escándalo el tenaz.

-Disculpe por la molestia señorita, le puedo decir señorita?

-Como quiera.

-Solamente me causaba cierta curiosidad saber por qué se encontraba usted tan desubicada, no era mi intención incomodarla. Y por favor me puede decir Omar. Gusto en conocerla.

-¡Espere! ... ¡Oiga Omar!

-Dígame señorita?...

-Victoria, ese es mi nombre creo, en estos momentos ya ni sé de que me acuerdo y que no.

-Me gustaría ayudarla pero creo que usted no confía en mi.

-No es que no confíe, ni desconfío, solo que no me acuerdo donde queda mi apartamento y me da miedo que alguien se quiera aprovechar de mi. 

-Pues usted debería tener un poco más de cuidado, en un país como este en el que hay tanto loco por ahí.

-Jajajaaja me puede ayudar si o no?

-Claro que la puedo ayudar pero no hay algo que se le parezca familiar en el lugar, no se ... paredes, personajes, sitios, tiendas o algo así.

-No estoy segura, ese letrero del edificio que dice Altos del Prado me parece haberlo visto antes.

-Pues en ese edificio en el que vivo yo, si quiere podemos ir a mi apartamento e intentamos mirar desde otra perspectiva a ver si usted se acuerda de algo más. 

-A su apartamento? No cree que este comportamiento ya esta pasando de psicótico a seductor?

-No me parece, simplemente soy un humilde hombre que intenta ayudar a una persona que necesita de mi ayuda, ahora si quiere preguntamos a todos los habitantes del barrio a ver si la conocen pero lo único que podríamos hacer es perder el tiempo.

-Bueno la verdad es que si parece un tanto humilde, pero aún así es mejor no dejarse fiar por las apariencias. Aunque su propuesta es bastante interesante me da miedo que después usted me deje encerrada en su apartamento.

-Yo no haría eso, a menos de que usted quisiera.

-No quiero, solo quiero estar en mi cuarto estoy muy cansada y siento que mis piernas en cualquier  momento van a dejar de responderme.

-Vamos y le ofrezco algo de tomar mientras sentada observa el sector e intenta ubicar su apartamento.

-Bueno esta bien acepto su ayuda Omar. 


-¡Hola Victoria! ¿Donde te habías metido? 

-Ismael, que bueno que apareces, estaba perdida y no sabía que hacer.

-Estas bien? ¡este mansito te estaba robando!.

-No! No solamente estaba intentando ayudarme a encontrar mi apartamento pero digamos que no tuvo suerte.

-Ah ya, tranquila preciosa que ya todo esta bien. Vamos para la casa?

-Si por favor vámonos ya!

-Que este bien señor...

-Omar.

-Señor Omar, muchas gracias.


Universo físico

Omar vive en un apartamento de Bogotá el cual es extremadamente frío, está ubicado en la zona noreste de la ciudad, cerca de la avenida circunvalar. Particularmente su apartamento es más frío y sombrío de todos debido a que al frente de su apartamento, que es un poco humilde, construyeron un edificio llamado Altamira más grande que el de él, dicho edificio es bastante lujoso y muchas veces en las que se puede observar uno de sus penthouses se ve una mujer un tanto ninfómana que tiene sexo cada vez con un hombre diferente.

El apartamento de Omar es bastante acogedor, desde la entrada se nota que es un hombre bastante organizado porque se siente un olor de ambientador de canela, las paredes son blancas pero se ven absolutamente limpias, no tiene muchos cuadros pero los pocos que tiene son pinturas abstractas sin enmarcar, estas pinturas tienen muchos colores.
Pasando el pequeño pasillo de la entrada, en el que cuando se camina se puede sentir como si se caminara sobre las nubes por la suave alfombra roja que recubre todo el piso del apartamento, se ve una sala no muy grande en la que hay solamente un sofá café claro con dos cojines blancos. Al frente de la sala queda la cocina que es aún más pequeña que la sala, a estos dos espacios los separa un muro en el que hay un tablón de madera, que tiene unos grafittis incrustados y encima hay una planta que parece un helecho acuático. Este muro junto a tres asientos largos con una sola pata son utilizados como comedor. En la sala hay un ventanal que no tiene cortinas y es de casi el mismo tamaño de la pared que colinda con Altamira.
Adentrándonos más en el apartamento podemos ver que hay tres habitaciones y un baño separadas por otro pasillo idéntico al de la entrada. En el primer cuarto encontramos un sitio lleno de cajas de cartón que se ven a simple vista muy desgastadas y una serie de cuadros apoyados sobre una de las paredes de la habitación. Las cortinas de esta habitación son azul turquí así que no deja entrar para nada la luz. Los closets siempre permanecen abiertos y dentro de ellos encontramos más cajas de diferentes tamaños.
En el siguiente cuarto solo podemos ubicar un par de instrumentos musicales, una batería y un saxofón que están perfectamente ubicados en el centro de la habitación, sobre el piso vemos una serie de cables que conducen al closet en donde hay dos amplificadores Marshall y una guitarra Ibañez con el forro puesto. Lo particular de este cuarto es que las paredes estan recubiertas de paneles de huevos.El baño es bastante estrecho y cabe una sola persona para entrar a bañarse con agua fria, por cierto, en este apartamento no hay calentador de agua.

En el último cuarto podemos ver la única cama del apartamento, las paredes de este cuarto estan llenas de posters de músico, algunos famosos y otros no tanto, Bono, Eric Clapton, BB King, Santana, Sting, Ray Charless, son algunos de los personajes. Este cuarto se ve meticulosamente organizado, hay una colección de vinilos, un televisor, un equipo de sonido, un computador con sistema operativo mac, una cama bien tendida y sobre el techo estan pegados miles de trabajos gráficos que ha diseñado Omar.

El barrio en donde esta ubicado este apartamento es bastante particular porque se encuentra en una de las pocas partes de la ciudad en que todo es inclinado, así que al salir al buscar algo en la calle hay que caminar bastante debido a que no hay ningún tipo de comercio entre estas calles empinadas, al momento de regresar es bastante agotador por la subida empinada y el constante tráfico devehiculos que hay sobre la avenida circunvalar pero tiene una gran ventaja y es que este edificio y todos los que son del sector tienen la virtud de tener una gran vista hacia el centro de la ciudad.

Perfil


Mi nombre es Omar Andrés Zúñiga, vivo en Bogotá tengo 23 años me dedico a hacer diseño gráfico con una empresa que formamos entre dos compañeros de la universidad y además toco la batería en un grupo de Jazz. Me gusta salir a las calles de mi ciudad a deambular buscando experiencias, sobre todo culturales, me encanta la carrera séptima, aún más cuando hay septimasos y puedo ver diferentes formas de expresión sociocultural que no están ligadas en ningún sentido al capitalismo. Me gusta vestirme de forma casual pero sencilla, una camiseta blanca y un Jean son mi opción favorita, no me gustan para nada los trajes formales, ni los protocolos, ni la formalidad extrema. En la alimentación no me considero vegetariano pero procuro no comer cosas dañinas para mi organismo, también en cierta medida soy una persona un tanto contradictoria, soy adicto al cigarrillo y al café, no me gusta tomar alcohol pero digamos que aunque no soy adicto a las sustancias psicoactivas tienen algo de atractivo para mi. Odio las cámaras, no me gustan los redes sociales como Facebook y todo ese tipo de cosas, mi entorno social gira alrededor de la música.

Hace dos años deje de vivir con mis padres y hace seis meses mi papá se murió en un accidente automovilístico, a mi madre le dio muy duro este cambio en su vida así que la depresión la empezó a consumir y sus problemas psicológicos fueron empezando a ser cada vez más graves, los cambios de estado de ánimo empezaron a generar alucinaciones con mi padre, últimamente los problemas de alzhéimer han venido generándole más trastornos de los que ella misma puede soportar. Yo no me considero un hijo desagradecido pero este karma es un factor contra el cual yo he dejado de luchar porque la terquedad y mal genio de mi mamá me ha llevado hasta un punto en el que aunque me duele mucho, y yo siempre estoy ahí, me ha tocado alejarme de la relación con mi mamá porque es prácticamente imposible.


Durante dos años he tenido una relación con una mujer llamada Estella, sin embargo, últimamente todo ha estado saliendo mal y la relación siento que se está yendo a pique porque ella también tiene una serie de problemas que junto a los míos se vuelven en una cantidad de hechos adversos contra los cuales nos queda muy difícil luchar, todavía no he tomado cartas sobre el asunto porque es necesario estar en otro momento de la vida para tomar una decisión al respecto.

Otra cosa que me gusta mucho es viajar pero no viajar como un simple turista y ya sino tener la posibilidad de un intercambio de cultural y poder verdaderamente adentrarme a vivir en otro entorno, consumir otro tipo de cosas y tener otro tipo de necesidades que a veces con el frío de Bogota son innecesarias. Para viajar me gustan los climas cálidos, lugares mediterráneos que no queden tan lejos del mar, me gusta los ríos, me gustan las alturas, me gustan los espacios abiertos, tranquilos o bastante silenciosos. Me gustan los deportes extremos, me gusta la noche, la velocidad.

Muchas personas me consideraran un tipo excesivamente serio pero en realidad mas que serio soy pasado de tranquilo, aunque como suelo ser algo contradictorio cuando estoy en el otro extremo de mi personalidad me convierto en una persona que puede odiar fácilmente, en el que tal vez la violencia pueda ser justificada.

En un futuro me gustaría estar en el exterior trabajando en lo que me gusta ya sea como diseñador gráfico o como músico, sin embargo, lo único que tengo claro hasta ahora es que no quiero que sea en mi país porque siento que cualquiera que sea la ciudad de Colombia me consume totalmente y no me deja ser lo que realmente soy o lo que realmente quiero o considero yo puedo llegar a ser así que por ello prefiero los lugares del exterior en donde me siento más a gusto porque son sitios en los que todos los días uno puede descubrir cosas nuevas y aprendes a valorar realmente el tiempo, cada día, cada hora, cada, minuto y cada segundo de mi vida en el que pudiera aprender cosas nuevas.